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Reñaca, El Canelo y Maitencillo son tres joyas del litoral central chileno que combinan historia, paisaje y encanto costero. Reñaca, con su arquitectura escalonada y ambiente vibrante, surgió en el siglo XX como un exclusivo balneario y hoy es uno de los destinos más visitados de Viña del Mar, famoso por su paseo marítimo y vistas desde los cerros. El Canelo, ubicado en Algarrobo, se distingue por su entorno natural protegido, rodeado de bosques de pinos y senderos que conducen a una tranquila playa de aguas cristalinas, ideal para el descanso y la conexión con la naturaleza. Maitencillo, en tanto, mantiene su espíritu familiar y rústico, ofreciendo extensas playas, caletas tradicionales y miradores rocosos desde donde se pueden apreciar las maravillas del Océano Pacífico, convirtiéndose en un lugar perfecto para relajarse, tomar fotografías o simplemente dejarse llevar por la brisa marina.